De no existir la muerte, habría que inventarla, pues nada sería más desesperante para la condición humana que una existencia abocada a vivir en este mundo eternamente, o eso parece.
«La descarga gratuita de estos libros es una cesión privada, gentileza de la autora»
De no existir la muerte, habría que inventarla, pues nada sería más desesperante para la condición humana que una existencia abocada a vivir en este mundo eternamente, o eso parece.
Y tal sucede en la capital de España, cuando el registrador jefe del Registro de Defunciones de Madrid se da cuenta de que lleva once días, once, sin haber efectuado un apunte, porque, Señor, Señor, no hay muertos.
© Ángeles de Irisarri Pascual
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.