La reina Urraca

Nada menos que Alfonso I el Batallador, rey de Aragón, hombre rudo y descortés que, apenas casado, hizo caso omiso a los pactos matrimoniales que había suscrito, y ocupó con sus tropas buena parte de Castilla con lo cual los contrayentes iniciaron una serie de disputas que terminaron en sangrientas batallas y en el repudio de la reina, de la cual se dijeron mil calumnias, entre otras que era “hembra fornicaria”. Todo ello auspiciado por el poderoso Diego Gelmírez, obispo de Compostela que, ambicioso por demás, se opuso a Urraca desde el principio, y la llamó en la Crónica Compostelana, lo que no era.

Esta reina es quizá la mujer con nombre más desdichada de la Historia de España, pues se encontró sola en un mundo de hombres, y no la obedeció nadie.